
Nunca voy a olvidar los primeros paseos que di por el centro de Lima junto a mi papá, el fúe ( digo fue por que por estas fechas ha dejado de lado sus largas caminatas que me acostumbro y enseño a hacer) me comenzo a enseñar los lugares donde se reunian los grandes bohemios de la epoca, donde el se iba a tomar sus tragos con sus compañeros de trabajo, y donde por supuesto, se iba a comer sus deliciosos sandwiches.
Y si bien he sacado el caracter de mi señor padre, tambien le he sacado, sus largos paseos de kilometros de Kilometros, y las pasadas de estar sentada en el Queirolo aspirando, su olor a madera antigua ( esto lo puedes sentir si te animas a constatar en el Queirolo del Centro en la esquina de Quilca con Camana) escuchando a cuanto universitario se junta a tomar sus cervezas, hablar de literatura o de lo que acontece en el país.
La ultima vez que fui al Queirolo sola, escuche a unos sanmarquinos hablar sobre lo que se haría en la marcha de los cuatro suyos, yo por supuesto, pertenecia a una universidad particular, que a diferencia de otras universidades no entraba mucho en el tema de politica, ni he tenido compañero de clases que gusten de estos placer bohemios.
Quien vaya al Queirolo se contagia de este clima, de mas esta decir, que en la oportunidad que he tenido de llevar a amigos, se contagiaron un poco, pero con unos tragos encima se les deshizo la idea de seguir quedandose a dar las grandes conversaciones.
Extraño el tener esas tardes sentada en una mesita de madera con su pucho , y/o su libro delante, con su vaso de vino, chela, y aspirar ese olor a madera mojada.
Creo que me he convertido en una mas del monton que ha comenzado a gustar de la bulla de la gran capital.....
Alguien que me rescate por favor.!!!









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