miércoles, 7 de enero de 2009

El dia de playa... no va conmigo



No se en que momento comence a odiar los dias de playa.

Tendria 6 años, es mi primer recuerdo de haber mojado mis pies a orillas del mar, alejada eso si (para variar) de todo el bullicio, que hacian el resto de los niños que estaban en los alrededores, a unos pocos metros, mi madre me miraba sin temor a que me pasara algo, pues en esa epoca no se aprecian las cosas que ahora se dan a diario.

La cuestión es que, entusiasmada de ver mis pies en el agua cristalina ( de ese entonces) de la playa Agua Dulce en Chorrillos, senti que de un solo tiron me arrancaron los pies de la orilla del mar, recuerdo muy bien, la presión que senti cuando mi padre me apreto fuertemente contra él, y yo en un grito desesperado de una niña de 6 años, llamaba a mi mamá, a mi padre poco le importo mis gritos y se metio entre las olas del mar conmigo en brazos.

Logicamente me trague medio oceano, y lloraba desconsoladamente, viendo la cara de mi padre riendose de mis susto , él limpiandome la cara solo me decia.. NO LLORES ZAMBA..!! y de nuevo se metio conmigo en brazos, y una y otra vez...hasta que se aburrio y salio hacia la orilla, Yo, pataleando me escape corriendo a buscar a mi madre.

Cuando tenia 9 años, y siendo mi madre la encargada de los paseos familiares en la empresa donde trabajaba, y que ironicamente años despues entraria yo a trabajar, ibamos los 5, mis dos hermanos, yo, papá y mamá hacia Ancón, si no era al norte programaba sus paseos hacia el sur, la clasica San Bartolo, San Pedro, el club de la Marina, creo que desde ese momento, comence a tomar conciencia de los aburrido que es el desplazarse con todo el grupo de gente, a tomar sol verte obligada a cuidar al resto, por que YA ERES GRANDE, y sobre todo por que tenia el maleficio de ser mas alta que los niños promedio de mi edad, de manera que yo de 9 años parecia una chica de 17..!!! ( exagerando).

Me la pase como 6 años participando de estos paseos, a la par de las salidas dominicales a la playa del sur, con mis tios.

Mi tio y padrino a quien adoro, se tomaba en ese entonces el trabajito de recogerno, desde San Borja, ir , hasta la Av Brasil, donde viviamos en ese entonces, a las 7:30am.

Nos encontraba, ya vestidos con todos los implementos para la playa, con nosotros en su toyota celeste iba raudo de regreso a la casa de mi abuelo, donde mi abuela amorosamente nos preparaba unos sandwichitos de tortilla de papá, los coolers llenos de hielo donde iban los recipientes para los refrescos, y demas piquos para pasar el dia en la playa.

Llegabamos a la playa ( San Pedro) a las 9:30am, nos ubicamos en un buen lugar, armaban todo, y jugabamos, o caminabamos o simplemente no hacias nada. A las 12 ya me queria ir, y del aburrimiento me quedaba dormida, teniendo como consecuencia que toda la espalda se me quemara.

A los 20 años, fue mi primer campamento a la playa, leon dormido fue el sitio de elección, caminamos para llegar bajo un sol infernante, 3 dias intensos, que se me hacian eternos, desesperada por no saber que hacer en medio de tanta arena, ya me sabia las canciones de memoria, las pilas habian dado lo maximo de si, el trago ya se estaba acabando, y con todo y eso queria regresar a casa...!!!

La última oportunidad que tuve de ir a la playa a manera de campamento, fue chelas luz, pero en casa, con fiesta de por medio, limpia, de noche, sin el sol quemandote la cara, ni teniendo que achinar los ojos para que no te irrite los ojos...fue la mejor salida a la playa de 4 días, donde practicamente solo pisaba la arena a golpe de las 6 de la tarde.

No se si, las acciones que conllevan el ir a la playa es lo que me desespera, o el hecho de que obligado tienes que divertirte y si no eres una monse de no ir a la playa .

Me encanta la playa, pero de noche, me encanta la playa sin arena, me encanta la playa cuando solo estoy un tiempo que creo prudencial, me encanta la playa pero no el quemarme tanto que despues estoy pidiendo que ni me toquen por el ardor que sentiria en la espalda.

Me encanta la playa, para cerca a ella comer un cevichito, sentir la brisa del mar, por tan solo pasear y tomarse un helado.

Pero creo que es culpa de mi padre, que gracias a sus genes y a su acción de llevarme en brazos corriendo sin mi , el meterse entre las olas, me llevara a detestar con todas sus letras un dia soleado en playa.

Una cancion para terminarla, otras pondrian a Luis Miguel y su ..."Cuando Calienta el sol aqui en la playa"....detesto esa canción, asi que yo, pondre una canción que me encanta de toda la vida ....como dice Nes.





5 comentarios:

Anónimo dijo...

No sabia que hacias Toplex.
Que buena foto way..!!

Lamentable lo que voy a decir, pero el ir a la playa se ha vuelto nice si no estas bronze eres un don nadie. Conozco tus gusto playeros, que es totalmente contrario a los mios.

Se al 100% que lo que jode es la multitud, y si la playa se llena de esta multitud es tu mayor sufrimiento.Bonitos recuerdos, me alegro el que nos menciones a tus amigos casi olvidados.

Mariana

Anónimo dijo...

Jajajajaja canchita.

Harta paciencia para ir a la playa, mucho gusto, mucho placer, mucha armonia.

Espero que algun dia podamos recordar las reu en casa del negro.

Cariños

Fer

Alondra dijo...

Cielo:
A estas alturas de mi vida me da lo mismo ir o no ir a la playa, y en el caso de ir... con una gran sombrilla, un toldo gigántesco y protector solar de 45 para regresar igual de blanca como cuando fui.

Mis recuerdos de la playa son bonitos, tanto los familiares en San Pedro, como los campamentos con amigos en donde el baño era tras unas rocas.

Divertirse porque sea una obligación no es la voz, pero la playa, con su mar frio (como el de Lima), un rato de sol, sentarse en la orilla y sentir la brisa del mar no tiene punto de comparación.

Zambullirse bajo las olas o dejar que el mar lo lleve a uno es el relax completo.

Algun dia mi amor te llevaré al Mar Muerto, donde hay más sal que agua y flotas... donde los barros dicen que hacen bien a la piel y donde no hay pelgro que te de un sincope...

Con tus amores y odios playeros te quiero,

Inés

Anónimo dijo...

A ver
Me encanta la playa, pero sin la necesidad de quedarse horas de horas en ella, me gusta el mar a quien respeto mucho, no se si por temor a ahogarme o por temor a ahogarme.

Lo que me desespera es como un lugar tan apacible como puede llegar a ser la playa, muchos lo conviertan en un lugar desesperante.

Anónimo dijo...

Yo también tuve una entrada forzada en el mar, y me costó mucho después perderle el miedo y aprender a nadar. ¿Por qué se empeñará todo el mundo en obligarnos a hacer lo que no queremos? ¿Por qué no nos dejan que cada uno vayamos aprendiendo por nosotros mismos?
Ha sido un placer descubrir tu blog. Gracias por compartir tus pensamientos.